Emotiva despedida del joven que sufría la enfermedad "del hombre elefante"
San Isidro
Chistian Fritz murió tras luchar contra un raro trastorno que afecta a los huesos, el Síndrome de Proteus. Era el único caso en Argentina. Cientos de amigos y vecinos lo despidieron en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Beccar.
Su mamá Vilma, sus dos hermanos Federico y Carlos, y su sobrino Iván, son algunos de los tantos que a pesar del dolor, prefieren recordarlo con una sonrisa: “Así lo hubiese querido el”, señalaron sus hermanos.
La noticia de la muerte de “Kuchi”, como lo llamaban a Christian, conmocionó al barrio que en varias oportunidades se movilizó para ayudarlo. “Estoy orgullosa de vos y todo lo que luchaste, soy una privilegiada de haberte conocido”, dijo una de sus amigas, Milagros Cazenave, que al igual que cientos de personas, asistió a la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Beccar, para despedirlo con una emotiva misa.
Chistian Fritz murió tras luchar contra un raro trastorno que afecta a los huesos, el Síndrome de Proteus. Era el único caso en Argentina. Cientos de amigos y vecinos lo despidieron en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Beccar.
En San Isidro, y muchas otras ciudades del
país, muchos conocieron a Christian Fritz, el joven con Síndrome de
Proteus que falleció ayer con 26 años luego de una dura lucha contra la
enfermedad. Era el único caso en Argentina. Murió de un paro
cardiorespiratorio.
Sus amigos y vecinos lo despiden y
lo recuerdan en Facebook con cientos de mensajes y fotos. Resaltan que
nunca bajaba los brazos y siempre regalaba sonrisas. En el Colegio Marín
de San Isidro, donde egresó, sus ex compañeros y profesores se juntaron
y lo describieron como una persona muy solidaria que daba charlas
motivadoras a pesar de su rara enfermedad.Su mamá Vilma, sus dos hermanos Federico y Carlos, y su sobrino Iván, son algunos de los tantos que a pesar del dolor, prefieren recordarlo con una sonrisa: “Así lo hubiese querido el”, señalaron sus hermanos.
La noticia de la muerte de “Kuchi”, como lo llamaban a Christian, conmocionó al barrio que en varias oportunidades se movilizó para ayudarlo. “Estoy orgullosa de vos y todo lo que luchaste, soy una privilegiada de haberte conocido”, dijo una de sus amigas, Milagros Cazenave, que al igual que cientos de personas, asistió a la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Beccar, para despedirlo con una emotiva misa.
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